Este sábado 15 de febrero, comenzó la 50ª Legislatura con la asunción de los nuevos legisladores en el Palacio Legislativo. La ceremonia se inició sobre el mediodía y contó con la presencia de los 99 diputados y 30 senadores electos.
El frenteamplista Sebastián Valdomir asumió la presidencia de la Cámara de Representantes, mientras que Alejandro Sánchez presidirá el Senado hasta el 1.º de marzo. Sánchez fue el encargado de tomar juramento a los senadores al haber sido el más votado.
El presidente electo, Yamandú Orsi, y la futura vicepresidenta, Carolina Cosse, arribaron al Parlamento sobre las 17:00 horas, al igual que el expresidente José Mujica y la exvicepresidenta Lucía Topolansky.
La nueva legislatura se caracteriza por la falta de una mayoría parlamentaria clara. El Frente Amplio tiene mayoría en el Senado con 16 de 30 bancas, pero no en Diputados, donde obtuvo 48 de los 99 escaños.
En la Cámara de Representantes, Sebastián Valdomir fue electo presidente con 98 votos de los 99 posibles, mientras que el voto restante fue para Cecilia Cairo, ya que Valdomir no se votó a sí mismo.
En su discurso de asunción, Valdomir destacó la democracia plena que tiene Uruguay en una región convulsa, pero advirtió que no podemos dormirnos en los laureles porque hay importantes problemas por resolver.
Hizo hincapié en la necesidad de recuperar la convivencia política, tras una campaña electoral intensa. «Hemos cruzado límites de convivencia política que debemos desandar juntos. Es necesario bajar la pelota al piso», señaló.
Dijo que se han cruzado límites de convivencia política que deben desandarse juntos y llamó a la construcción de consensos. Expresó que si cada bancada adopta una postura de no dialogar y se aferra solo a su agenda, no saldrá de aquí ningún proyecto aprobado y «si eso pasa, le habremos fallado a la ciudadanía”.
En ese sentido, enfatizó que el debate parlamentario debe mantenerse alejado de posturas que intenten anular o suprimir las visiones de quienes piensan distinto, y recordó que ningún diputado debe considerar al otro como un enemigo.
