Quién es el delegado de Javier Milei que maneja la caja millonaria de la represa de Salto Grande

La represa binacional de Salto Grande es una de las cajas más codiciadas por los poderes de turno en Entre Ríos. Para ese lugar, Rogelio Frigerio cuenta con Alejandro Daneri, un diplomático de carrera designado por Javier Milei y cuñado del gobernador.

El nombramiento de Daneri fue una de las primeras polémicas que Frigerio debió enfrentar. El hombre es un histórico en Cancillería, pero un desconocido en la región. Su origen extra provincial y su condición de cuñado del mandatario hicieron ruido en la política local. El gobernador se defendió respondiendo que la designación fue responsabilidad del gobierno nacional.

Desde hace años, los nombramientos en la presidencia de Salto Grande suelen recaer en hombres de la política doméstica (nunca, desde su inauguración en 1979, una mujer formó parte de esa conducción). Daneri rompió la tradición que fue establecida en la década del 90 con una normativa local que determinaba que la empresa debería ser gestionada políticamente por nativos de la zona (Concordia y Federación, principalmente). Hasta este año, ese mandato se cumplía.

Quién es el hombre de Rogelio Frigerio en Salto Grande
Daneri es abogado por la Universidad de Buenos Aires y Diplomático de Carrera, egresado del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) en 1986. Según reseñó el medio local Diario Junio, inició su carrera diplomática en el exterior como funcionario de la Misión Permanente de la República ante Naciones Unidas en Nueva York (1989-1992) e integró el Gabinete del presidente de la 43° Asamblea General de esta Organización. Fue funcionario de la Embajada Argentina ante la República Federativa del Brasil con funciones en la Sede Permanente del Parlamento Latinoamericano, en San Pablo.

A su egreso del ISEN, formó parte de la Oficina de Integración con Brasil de la Cancillería. Posteriormente, desempeñó funciones como miembro del Gabinete del ministro de Relaciones Exteriores, Dante Caputo; jefe de la Secretaría Privada del Canciller Guido Di Tella desde 1993 a 1996 y director general de Ceremonial del presidente Carlos Menem, entre 1997 y 1999. También fue funcionario de Mauricio Macri entre el 2016 y 2020, al frente de los Cascos Blancos.

Entre Ríos y su histórico reclamo por la comercialización de la energía
El hombre que Diana Mondino mandó a estas tierras asumió a principios de marzo, inmerso en las controversias que se generaron por el reclamo de la provincia para poder comercializar la energía de manera directa, sin Cammesa como intermediaria.

La comercialización directa es un reclamo histórico y una promesa incumplida desde la construcción de la represa. Una energía más barata y un desarrollo de la zona fueron las ofertas que la región de Salto Grande aceptó a cambio de la construcción de una de las mayores obras de infraestructura que tiene la Mesopotamia y que significó la inundación de una ciudad entera y la relocalización de todos sus habitantes en la Nueva Federación, a fines de la década del 70.

Poco de lo prometido llegó y la política local todavía busca las formas de que algo de eso se cumpla. Durante todo el debate por la desregulación del mercado eléctrico, Daneri se mantuvo en silencio.

El voto de Kueider
Su designación fue la que motivó al senador Edgardo Kueider a usar a la represa como moneda de cambio por su voto a favor de la ley ómnibus. Según contó el legislador, en sus conversaciones con el gobierno nacional consiguió que quede establecido por ley que los nombramientos serán siempre para entrerrianos o entrerrianas (algún día se romperá la racha machista). En los hechos, hasta Daneri, eso ya era así desde hace más de veinte años.

La conducción de la represa binacional se compone de dos delegaciones, la argentina y la uruguaya. Los gobiernos nacionales de una y otra costa nombran sus delegados que conforman la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande. Daneri es el presidente de la delegación argentina ante la CTM y junto a él completan la designación nacional dos delegados más: Juan Domingo Orabona y Héctor Maya, ellos sí, entrerrianos.

El gobierno de Frigerio decidió por primera vez demandar al Estado nacional por la deuda que Milei generó al suspender el pago de regalías y excedentes, una deuda que a esta altura debe superar los 5 mil millones de pesos. Kueider dejó trascender que en sus negociaciones también habría logrado que se salde esa deuda a cambio de que la provincia levante la demanda.

La deuda histórica de Salto Grande
Para su funcionamiento, el gobierno nacional envía en concepto de gastos operativos unos 3 mil millones de pesos al mes a la represa, que funciona como empresa pública. Por tratarse de un complejo binacional, la energía que genera Salto Grande se divide en partes iguales para ambos países. Sin embargo, el volumen de lo que llega a cada país no representa lo mismo, teniendo en cuenta las diferencias poblacionales de cada uno: la represa abastece el 53 por ciento de la energía que consume el sistema uruguayo y el 7 por ciento del sistema argentino, ofreciendo una de las tarifas más bajas de ambos mercados eléctricos.

La demanda de Entre Ríos incluye una igualación del precio por megavatio que se le paga a Yacyretá, su par binacional correntina, que es hasta tres veces superior que lo que recibe Salto Grande (a la provincia le beneficia precios más altos porque aumentan los valores en concepto de regalías y excedentes que recibe).

A pesar de ser la dueña de recursos que provee a todo el país, Entre Ríos no consiguió hasta ahora una tarifa diferencial para su población. Sí se conformó, por ley, la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (Cafesg), que gestiona los recursos provinciales que ingresan en concepto de excedentes y los vuelca en obras y servicios en las ciudades afectadas por la construcción de la presa.

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