VENEZUELA: UN PROCESO ENFERMO Y CON DESGASTE, QUE SE OLVIDÓ DE LA GENTE

Entender Venezuela, sin analizar los procesos que se vienen dando en este país desde que Hugo Chávez proclamó la revolución bolivariana, es saltearse hojas en un libro que aún sigue escribiéndose.
Chávez intentó construir una Republica socialista, sustentada en las riquezas existentes en el país, sobre todo en las reservas de petróleo que posee Venezuela. Este proceso que en sus primeros años llevó justicia social a amplios segmentos de la población que estaban históricamente relegados, logrando acceder a educación, salud, vivienda y a productos alimenticios subsidiados, que permitieron mejorar la calidad de vida de estos sectores. Pero en estos últimos años se presentan retrocesos importantes, no solo desde el aspecto económico, si no también desde lo ideológico, que llevó al pueblo, según Oscar Figuera, diputado y secretario general del Partido Comunista de Venezuela, “ a sentirse hastiado y esto lo lleva a levantarse contra el poder y el descarado ventajista del gobierno de Maduro”.
La derrota del chavismo en el estado de Barinas, cuna de la revolución bolivariana y estado que históricamente es bastión de la revolución, muestra a las claras el desgaste del modelo de gobierno, de un estado enfermo, que agoniza en manos de burócratas y oportunistas que aún justifican sus enormes errores en la presión internacional, la injerencia económica de EE.UU, que existe y es real, pero que no explican en sí mismo el desvío ideológico que se viene dando en el gobierno de Venezuela y que repercute en sufrimiento de su pueblo. Es difícil encontrar hoy en las acciones del gobierno, algo de identidad del viejo sueño de Chávez de una patria socialista. La corrupcion y el oportunismo enquistados en las esferas del gobierno, hacen que el pueblo ya haya perdido la perspectiva de un gobierno de izquierda en el país.
Los vicios existentes,que pueden expresarse en las lacras de la corrupción y la ineficiencia, resultan particularmente intolerables para las bases chavistas. Los militantes que observan el alto nivel de vida de los muchos funcionarios medios y altos, electos o designados, reaccionan alejándose de la lucha política. Para algunos referentes de la izquierda venezolana, tal caída se debe a la deficiente formación ideológica y a la debilidad en la conciencia revolucionaria, fenómeno al que se califica como una “exponencialmente negativo”.
Tradicionalmente Uruguay es respetuoso de los procesos políticos de nuestros países vecinos, pero no podemos ser ajenos a poder interpretar este proceso de retroceso que se da en Venezuela, inserto en el contexto regional de cambios en muchos países hacia gobiernos de izquierda. Aprender de los errores de Venezuela es fundamental para que sumado a nuestra experiencias en 15 años de gobierno y no poder afianzar un sistema más justo y solidario, podamos construir una perspectiva de izquierda en Uruguay.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *